Tablao Transgeneracional: para el flamenco no hay edad; bailaora de 96 años cautivó en “Universos Sonoros”

Participaron en la segunda jornada de “Universos Sonoros” –el miércoles 29 de mayo–, en una presentación artística titulada “Tablao Transgeneracional” y se robaron no solo la atención del público, sino también su admiración. Fueron las integrantes de agrupaciones de baile flamenco, temática abordada por la tercera edición de la cita que organiza la Escuela de Artes Sonoras de la Universidad de las Artes.

Como lo había anticipado a InfoUArtes la bailaora Camila Valdiviezo, quien condujo y participó en el evento, las bailaoras a presentarse respondieron a una convocatoria abierta que hizo la EAS. “Veintiún personas, desde los 12 hasta los 96 años, con diferentes niveles de aprendizaje del flamenco, quienes estarán participando a lo largo de los tres días de ‘Universos Sonoros’”, precisó la también estudiante de la Escuela de Literatura UArtes.

Valdiviezo integra junto con el docente Santiago Cárdenas el grupo GYE Flamenca, una iniciativa artística y cultural activa desde el 2020 que busca difundir el arte flamenco en la ciudad y el país. Trabaja con la comunidad, las academias, los diferentes colectivos, adultos mayores y primeras infancias.

Justamente, las primeras en subir al “Tablao Transgeneracional” fueron cinco de las residentes del Hogar Corazón de Jesús, adultas mayores que integran el grupo Las Floreo a quienes Valdiviezo visita y da clases de flamenco. Para el evento llamó a ocupar unas sillas ubicadas en el centro del escenario a las septua y octogenarias Aida, Ana, Manuelita, Treta y Mariana, así como a Violeta, de 96 años, con quienes hizo una clase práctica.

En el tema de la danza exploraron la cualidad teórica e histórica que tiene el flamenco, dijo Valdiviezo y contó que lo primero fue contextualizarse dentro de España y descubrir que el género apasiona y encanta al oyente; se refirió luego a los diferentes tipos de danza, los cuales repasó con sus alumnas, que fueron mencionándolos casi al unísono: la danza de España, la estilizada, el folclore, el flamenco y la escuela bolera.

Valdiviezo agregó que, en la clase práctica, sus alumnas escuchan diferentes músicas y conocen particularidades del flamenco y de los complementos utilizados al bailarlo, como el mantón de manila, las castañuelas, el abanico –que si es grande se llama pericón–, el sombrero cordobés y los zapatos profesionales que tienen clavos en el tacón. También tienen conocimiento de las ciudades españolas donde el flamenco está muy vivo: Córdoba, Sevilla, Cádiz, Jerez, Granada y Madrid.

Así fueron transcurriendo nuestras sesiones teóricas, señaló la bailaora, quien destacó como otro elemento importante el compás de 4×4. “Lo primero que marcamos fue el tiempo número, iniciando con el pie y luego con las palmas de las manos, tres aplausos seguidos”, recordó a sus estudiantes, a quienes también preguntó sobre los tipos de palma que han observado: las palmas sordas, que se realiza con las manos parcialmente cerradas, haciendo que el sonido sea más suave y apagado. “Se ejecutan generalmente colocando una mano hueca sobre la otra, con la intención de amortiguar el sonido”, dijo y añadió que se utilizan principalmente en los momentos más tranquilos y melódicos del flamenco, proporcionando un acompañamiento rítmico que no interfiere con el cante o el toque.

Las palmas abiertas son más fuertes y resonantes, continuó. “Se ejecutan con las manos completamente abiertas, golpeándolas de manera que el sonido sea claro y definido. Son adecuadas para momentos de mayor intensidad y energía en la música flamenca, realzando el compás y aportando un carácter más festivo y vigoroso”. Tras recordar lo enseñado, Valdiviezo invitó a Las Floreo a ponerse de pie y bailar como si estuvieran en clases. Formando un semicírculo y con el acompañamiento de Alexis, El Menderí, marcaron algunos pasos, demostrando que para la danza no hay edad.  

En el Tablao Transgeneracional también se presentó la reconocida bailarina y maestra Patty Salcedo, quien brindó un concierto de castañuelas junto a Yamel Farhat, Kitty Franco, Solange Jalón, Débora Coello y Alexa Galarza; el grupo Azul, integrado por Ana, Mariela y Daniela, quienes bailaron el tema “Tres veces guapa” y mientras lo hacían sobre el escenario, al pie de la tarima Violeta y Aida emocionaron aún más al público con su baile flamenco. Hubo, asimismo, una ejecución en solitario y la participación de una agrupación de amigas que comparten su pasión por el flamenco.

El final de las intervenciones dancísticas resultó emotivo, pues todos los grupos se congregaron en el centro del escenario para bailar juntos. Violeta estuvo en el centro provocando ovaciones por el ritmo que tuvieron sus movimientos.

De su participación en “Universos Sonoros” Patty Salcedo señaló que no solo fue una experiencia artística, sino la unión de tantas y diferentes expresiones del flamenco juntas. Feliz de formar parte de la programación de la cita y que se conozca de los conciertos de castañuelas que brinda con el coro que la acompaña. Cabe anotar que, su trayectoria como bailarina y maestra superan las seis y cuatro décadas, respectivamente. 

Boni Calderón, Lupita Demori, Verónica Espinosa, Verónica Terán y Normita Gómez, las amigas que el flamenco llevó a integrar un grupo de baile, revelaron que fue la primera vez que respondieron a una convocatoria abierta como la que hizo la Escuela de Artes Sonoros para “Universos Sonoros”. En sus infancias estudiaron danza española y de adultas se encontraron por el flamenco, al que si bien no se dedican de forma tan continua tratan de estar presentes en talleres y cursos.

Al término de la presentación del “Tablao Transgeneracional”, en el MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes, Violeta esperaba junto a las otras residentes del Hogar de Cristo el bus que las retornaría al lugar. Se manifestaron felices con la participación en “Universos Sonoros”, la segunda como Las Floreo, pues ya bailaron en el Casal Catala de Guayaquil, según anotaron la psicóloga Mayra Loaiza y Rocío Yesca, quienes las acompañaron.

¿Y qué significa el flamenco para ustedes? La nonagenaria respondió que era una invitación a moverse y sacudirse, pues siempre gustó del baile; Ana María confesó que nunca lo había bailado y que ahora lo hace con mucha emoción; y Aida anotó que lo práctica por recomendación de la psicóloga del asilo en el que reside. “Son muchas las alegrías que proporciona”, dijo. Todas coincidieron en estar dispuestas a participar y responder a nuevas convocatorias e invitaciones de la UArtes.

Fotos: Camila Guerrero/Escuela de Artes Sonoras. Carmen Cortez/Dircom UArtes

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